Con un emotivo acto simbólico y palabras cargadas de gratitud y esperanza, la Asociación de Mujeres Emprendedoras y la Asocomunal del Magdalena Medio sonsoneño entregaron un reconocimiento especial al proyecto Entre el Río y la Montaña durante la jornada de cierre y certificación que tuvo lugar en el corregimiento de San Miguel, municipio de Sonsón.
El evento, que congregó a los miembros de las dos organizaciones y del que también hizo parte Afromiel, marcó la culminación de un proceso formativo que dejó huella en las comunidades participantes. Fue precisamente en este contexto donde la representante legal de la Asociación de Mujeres tomó la palabra para expresar, en nombre de todas y todos los participantes, el agradecimiento profundo al equipo del proyecto. Sus palabras reflejaron no solo la satisfacción por el camino recorrido, sino también los cambios visibles en sus vidas y entornos.
“Hoy queremos darles las gracias por creer en nosotras, por caminar junto a nuestras organizaciones y por sembrar procesos que hoy florecen en forma de emprendimientos, liderazgo femenino y conciencia comunitaria. Este proyecto no solo nos enseñó habilidades; nos ayudó a reconocer nuestra fuerza colectiva y a pensar en un futuro distinto para nuestro territorio”, afirmó durante su intervención.
El proyecto Entre el Río y la Montaña, que se desarrolla en esta zona del Magdalena Medio antioqueño con el apoyo de la Unión Europea, ha tenido como pilares la formación integral, el fortalecimiento organizativo, el impulso al liderazgo femenino y el fomento del desarrollo sostenible con enfoque territorial. Gracias a esta iniciativa, organizaciones como la Asociación de Mujeres Emprendedoras y la Asocomunal han tenido la oportunidad de consolidarse, ampliar sus capacidades y proyectarse hacia nuevas metas.
Este reconocimiento por parte de las comunidades beneficiarias representa un nuevo impulso para continuar trabajando con compromiso, sensibilidad y responsabilidad social. Este tipo de expresiones dan sentido a todo el esfuerzo colectivo que hay detrás de cada jornada de formación, cada reunión comunitaria, cada espacio de escucha. Nos inspiran a seguir construyendo desde el territorio, con las comunidades y para ellas.
Durante la jornada también se compartió un fanzine colectivo que recoge la memoria del proceso vivido: los aprendizajes, los retos superados, las voces de las mujeres participantes y las iniciativas que surgieron en el camino. Fue un momento para mirar hacia atrás con orgullo, pero sobre todo para proyectar el futuro con esperanza.
El cierre de este proceso formativo no marca un punto final, sino el inicio de nuevas rutas de crecimiento para las organizaciones del Magdalena Medio sonsoneño. Desde el proyecto Entre el Río y la Montaña se reafirma el compromiso de seguir acompañando a las comunidades en su búsqueda de bienestar, autonomía y dignidad.