La conexión del occidente del país con el mundo fue a través del camino de Mulatos, que conectaba el Río Magdalena con Antioquia (Hoy Santa Fe de Antioquia) y años más tarde con la Villa de Aburrá (hoy Medellín) y que, partiendo del Río Magdalena, se adentró en las montañas de la coordillera central; este fue el punto que permitió el intercambio de bienes y servicios de esta región y que le imprimió las características culturales, de prácticas económicas y el papel fundamental como regulador de servicios ecosistémicos para mantener los ríos de la cuenca.
Conocer la historia de conexión entre los territorios y el potencial de los ecosistemas de bosque húmedo y su papel como conectores entre la vida de la montaña y el río, es una acción de ciencia participativa y pedagogía expandida que busca articular esfuerzos entre los sectores público, privado, academia y social comunitario, para generar colaborativamente estrategias de gobernanza del territorio y el fomento de practicas orientadas a la gestión de las zonas para mitigar la pérdida de la biodiversidad, minimizar el cambio climático y la gestión sostenible de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.